La Noche de Marta

Anoche fue la noche del encuentro creativo, la Fábrica de Ideas donde la fortuna ilumina la frente de todos, donde la luz de la alegría, la curiosidad, los propósitos y las aspiraciones transitan el camino amarillo del bien común.
Vi estrellas irrumpiendo en la sala; universos completos, por donde circulaban paradigmas azules, colisionando plataformas cósmicas, aleatorias. Vi la voluntad de acuerdo cuando los lenguajes parecían volar tras las montañas de la incertidumbre, vi cómo el corazón generoso traía de vuelta el compromiso, traía de vuelta las bicicletas alegóricas, las guitarras celestes, la utopía, el humano en travesía, la humanidad en regocijo.
Y en medio de tanta vuelta al carrusel, el amigo Yentsen recordó "La Noche de Marta", de Patricio Liberona.
Sus pequeños y risueños ojos de felino verde llevaban el féretro de la nocturna. La risa hizo caer entonces la muerte sobre los pies de la tierra y su última carcajada me hizo traerla hasta acá.
Para todos, entonces, La Noche de Marta.


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